lunes, 12 de marzo de 2012

Otra noche de vigilia.



Era aquella una mujer de edad indefinida, de gesto nostálgico, mirada lejana y manos que tejían historias.
Sembraba los sueños en un pequeño jardín.
No le importaba que fueran de enredadas ilusiones o las pequeñas fantasías de un recién nacido que aún no sabe que inventar, a todos les daba el mismo trato y dedicación.

Al llegar la noche, con organizadas rutinas, justo a la hora en que el sol comienza a ser recuerdo, abría la puerta de su pequeño jardín para que los sueños se fueran libres en el aire en busca de un lugar en el que anidarse.

Los observaba irse, noche tras noche seguía su alocado rumbo hasta que el último de ellos se perdía entre la inmensa oscuridad.
Era en ese instante cuando una pequeña lágrima recorría su mejilla dibujándole una perla en el rostro que parecía de cristal.
De vuelta a su cama le esperaba otra noche de vigilia, de los sueños que esparcía, ninguno con ella se quería quedar.

Andrea Guadalupe. 

viernes, 9 de marzo de 2012

Mala digestión




Con el primer rayo de luz, llegué ahíto de sangre y me acosté, pero hasta aquí me había seguido su marido. Le vi venir con la estaca de madera y un martillo. En el pecho sentí la punta dura. A punto de descargar el fatal golpe… desperté empapado de sudor.
Angustiado, descorrí la tapa del ataúd, saqué la cabeza y respiré profundo: de nuevo era de noche. 

Félix



lunes, 5 de marzo de 2012

Una Pequeña fábula




-¡Ay! –dojo el ratón-. El mundo se hace cada día más pequeña. Al principio era tan grande que tenia miedo. Corría y corria y por cierto que me alegrava de ver esos muros, a diestra y siniestra, en la distancia. Pero esas paredes se estrechan tan rápido que me encuentro en el último cuarto y ahí en el Rincón està la trampa sobre la cual debò pasar.
-Todo lo que debes hacer es cambiar de rumbo –dijo el gato...- y se lo comió  

Franz Kafka