domingo, 15 de junio de 2014
sábado, 7 de junio de 2014
Los juegos del tiempo
Dicen que dicen
que había una vez dos amigos que estaban contemplando un cuadro. La pintura,
obra de quién sabe quién, venía de China. Era un campo de flores en tiempo de
cosecha. Uno de los dos amigos, quién sabe por qué, tenía la vista clavad en
una mujer, una de las muchas mujeres que en el cuadro recogían amapolas en sus
canastas. Ella llevaba el pelo suelto, llovido sobre los hombros. Por fin ella
le devolvió la mirada, dejó caer su canasta, extendió los brazos y, quién sabe
cómo, se lo llevó. Él se dejó ir hacia quién sabe dónde, y con esa mujer pasó
las noches y los días, quién sabe cuántos, hasta que un ventarrón lo arrancó de
allí y lo devolvió a la sala donde su amigo seguía plantado ante el cuadro. Tan
brevísima había sido aquella eternidad que el amigo ni se había dado cuenta de
su ausencia. Y tampoco se había dado cuenta de que esa mujer, una de las muchas
mujeres que e el cuadro recogían amapolas en sus canastas, llevaba, ahora. El
pelo atado a la nuca.
Eduardo Galeano
sábado, 12 de abril de 2014
Después de la guerra
El último ser
humano vivo lanzó la última paletada de tierra sobre el último muerto. En ese
instante mismo supo que era inmortal, porque la muerte sólo existe en la mirada
del otro.
Alejandro Jodorowski
…….
viernes, 4 de abril de 2014
Heraclitana
miércoles, 5 de marzo de 2014
La extranjera
Se han apoyado en la baranda
del faro. Han llegado hasta aquí sin miedo.
Atraídos por el amor al
vértigo. Guiados por una flecha insolente de la noche. Ella mira hacia abajo.
El mar la deslumbra. Olas hinchadas como venas patean su rabia contra la
muralla de rocas. Él le pide: Ámame.
Ella no responde. Es joven y
cierra los ojos como si estuviera viviendo muchas muertes. Ella teme saltar. Él
le reclama: Bésame. La luz del faro indaga por las cosas perdidas y los
encuentra a ellos. Amantes de las sombras son el blanco del silencio. Ella
quiere saltar porque en su garganta tiene un nudo de reproches. Como él no
pregunta, tampoco ella le responde. Su pasado es un mapa deshecho. Viene de un
país hundido. No resulta fácil decir lo que se piensa. Y ella piensa demasiado.
Ahora abre los ojos para ver el naufragio de su alma. Él la abraza como si
quisiera desnudar su rabia. Ella le pide: Mátame.
Nuria Amat
martes, 18 de febrero de 2014
Una pequeña fábula
¡Ay! -dijo el ratón-. El mundo se hace
cada día más pequeño. Al principio era tan grande que le tenía miedo. Corría y
corría y por cierto que me alegraba ver esos muros, a diestra y siniestra, en
la distancia. Pero esas paredes se estrechan tan rápido que me encuentro en el
último cuarto y ahí en el rincón está la trampa sobre la cual debo pasar.
-Todo
lo que debes hacer es cambiar de rumbo -dijo el gato... y se lo comió.
Franz Kafka
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