sábado, 26 de diciembre de 2015


Mañana invernal
  
Todavía los juncos permanecen doblegados después de la última crecida. Esta mañana se ven trabados por el lodo y las agujas finísimas del hielo de la noche.
El chopo desnudo y gris al lado de la corriente, inquiere el porqué y apunta al cielo. Sus ramas aparecen moteadas de puntos negros, siete al menos, que el viento del norte no logra arrancar: Son cuervos. Circunspectos y severos, intimidan a los gorriones que permanecen cobijados en insospechados huequecillos.
Ahora no los veo, pero sé que estos pajarillos aparecerán con los primeros brotes a celebrar el rito del apareamiento, fiesta de gorjeos y cabriolas, que llega cada primavera por el misterioso venero de la especie.

Félix

Resultado de imagen de juncos con escarcha

                                                          Imagen: miradavoz.blogspot.com









domingo, 13 de diciembre de 2015

El ángel de los niños


-Me dicen que me vas a mandar mañana a la tierra, pero… ¿cómo viviré tan pequeño e indefenso como soy?
-Entre muchos ángeles, cogí uno para ti, él te cuidará.
-Pero aquí en el cielo, no hago más que cantar y sonreír, eso basta para ser feliz.
-Tu ángel te cantará, te sonreirá todos los días, y tú sentirás su amor y serás feliz.
-¿Y cómo entenderé a la gente que me hable, si no conozco el extraño idioma que hablan los hombres? ¿Y que haré cuando quiera hablar contigo?
Tu ángel te juntará las manitas y te enseñará el camino para que regreses a mi presencia, aunque yo siempre estaré a tu lado.
En ese instante una gran paz reinaba en el cielo, pero ya se oían voces terrestres y el niño presuroso, repetía suavemente.
-Dios mío, si ya me voy, dime su nombre… ¿Cómo se llama mi ángel?
-Su nombre no importa, tú le dirás “mamá”…

Francisco Briz Hidalgo

                                         Resultado de imagen de El ángel de los niños
                                         Imagen: www.youtube.com

domingo, 6 de diciembre de 2015

FATY


Esta mañana Faty me ha sorprendido con un “miaaaau” quejumbroso y arrastrado como nunca. Un “miaaaau” apenas perceptible, con sordina, pero sin duda, un Miaaaau” dolorido y lastimero, emitido en tono menor.
-¡Ya está bien, Faty! ¿Qué te pasa?- le he respondido en voz alta, como primera reacción- Eres un gato mimoso y la culpa la tengo yo por consentirte demasiado.
Porque Faty es un gatito blanco, con el rabo negro y un mapilla gris en la cabeza. Bueno, un gatito, exactamente no. Más bien, Faty es un gatazo: pesa ocho quilos y tiene ocho años.
Ocho años en la vida de un gato equivalen más o menos a sesenta años en la vida de un hombre. Para que quede claro pues: Faty es un gatazo que empieza a estar nostálgico porque barrunta la edad de la jubilación y no acaba de asumir su nueva situación, inicialmente achacosa y presumiblemente reumática.
Pero…es “mi gatito”. Como cuando nos conocimos y confluimos para siempre en la existencia. Era entonces un gatito bebé de apenas siete días, de ojitos legañosos y patitas traseras ten renqueantes  que no se mantenía en pie. Y tan famélico, tan delgadito, que lo bauticé como “Faty” por puro y cruel recochineo.
¡Cómo se aplicó entonces al biberón! Como un niño glotón, chupaba sin acordarse de respirar, atragantándose a veces. Después de cada susto, estornudaba, salpicándonos con un aragobe de leche en gotitas.
Cuántas posturas, esquerzos, juegos, travesuras, caricias y mimos… hasta hoy.

-“Miaaaau”

Su queja de esta mañana me ha sorprendido en la cocina. Estaba yo lavando los platos y él sentadito en el pasillo, mirándome a través de la puerta entreabierta. Fue entonces cuando, sin pensar, le hice el reproche de que estaba mimado en exceso.
Sólo una vez más se quejó para decirme:
-No me comprendes y deberías comprenderme. Tú que tienes la misma edad que yo y, por lo que veo, mis mismas necesidades, parece mentira que me reprendas de esa manera y tengas para ti mismo tanta benevolencia y compasión. Que sepas que no lo es todo tener el plato lleno a todas horas y limpio el cuarto de aseo. Yo también necesito sentirme acompañado y subir a tu regazo de vez en cuando. Necesito caricias con frecuencia y que “pierdas” un ratito de tu sagrado tiempo para jugar conmigo. Y… también me gustaría que cuando me ponga a dormir como un ovillo en tu sillón preferido, no me apartes para sentarte tú. Ah, y me repatea que, a voz en grito y haciendo mil aspavientos, te quejes de que te quedan llenos los pantalones de mis pelos blancos…Que yo oigo y…, bueno, podría decirte que es porque no me pasas el cepillo todo lo que necesito y a mí me gusta. Ya sé que todo esto lo haces, pero cada vez con menos frecuencia. Parece como si de tanto convivir, te fueras olvidando de que yo también existo y siempre estoy aquí.
Todo esto me dijo en su último “miaaaaau!. Y las últimas frases con bastante “rintintín”.

Me he vuelto y le he mirado, he dejado los platos, me he secado las manos con el delantal me he acercado hasta él y, poniéndome en cuclillas, le he acariciado la cabeza, acertando a balbucir: “lo siento, compañero”. 

Félix

lunes, 28 de septiembre de 2015

La carta

Todas las mañanas llego a la oficina, me siento, enciendo la lámpara, abro el portafolios y, antes de comenzar la tarea diaria, escribo una línea en la larga carta donde, desde hace catorce años, explico minuciosamente las razones de mi suicidio.


Luis Mateo Díez








lunes, 21 de septiembre de 2015

Desclavado

imagen: www.taringa.net

Ya me he bajado de tu cruz, mujer, y quiero que lo sepas.
La piedra del sepulcro no ha rodado, la he parado en el último momento.
Tu pesado y granítico recuerdo ha quedado suspendido, porque a tiempo me he desclavado del madero.
Primero las palmas desclavé de un golpe.
Después, de un salto, desclavé los pies y estoy derecho en tierra.
No pienso dar ni un grito más por ti.
Ni un suspiro, ni una queja, ni un lamento saldrá más de mi boca.
Todavía me duelen mis suspiros y sangra mi costado, pero voy desandando el viacrucis.
Por días fue un calvario tu ausencia dolorosa, pero mira cómo desciendo la colina y bajo al valle.
Determinado estoy a no mirar atrás.
Con asco escaldaré la muerte del sudario.
Voy a bañarme en agua fría y a ungir mi carne con perfumes olorosos.
De par en par abriré puerta y ventanas para que me purifique el sol y el viento oree.
Me vestiré de múltiples colores y arrojaré tu anillo hacia el olvido,
que quiero desnudar mis manos
y recoger de nuevo los dones de la vida.
No bajaré al sepulcro.


Félix

lunes, 7 de septiembre de 2015

Ragnarok

Cuando el lobo Fenrer, surgido del abismo, haya devorado al buen Odin, cuando Thor y la serpiente Midgard se hayan enfrentado en combate mortal, cuando la horrible Hel, mitad de carne cruda y mitad de carne putrefacta, saque sus huestes del mundo de los muertos, entonces será el Ragnerok, el ocaso de los dioses, y no existirá el sol, ni la luna, ni las estrellas y la tierra será tragada por las aguas, y después será el fin y después vendrán los nombres de los actores y el resto de los títulos.

Pero ya no habrá nadie para verlos.


Ana María Shua

martes, 25 de agosto de 2015

Diablillos



Súbitamente cobro conciencia de que me estás mirando. Levanto los ojos y los poso en los tuyos. Me sorprendo al observar cómo se están escapando de ellos sendos diablillos, al tiempo que por la comisura de tu boca quiere huir una levísima sonrisa cómplice. El temblorcillo interior me dice que llegué al cielo otra vez.
Sin pronunciar palabra, disimulo  extrañeza, y te interrogo  con un gesto. Finjo no saber por qué andurriales camina tu pensamiento y qué escenas maquina tu imaginación.

Bajas los ojos, y sin palabras mueves la cabeza negando, mientras no puedes evitar que de nuevo a tu boca se asome la sonrisa y que a tus ojos vuelvan los diablillos.

Félix

martes, 11 de agosto de 2015

Fantasma


El hombre que amé se ha convertido en fantasma. Me gusta ponerle mucho suavizante, plancharlo al vapor y usarlo como sábana bajera las noches que tengo una cita prometedora.

Patricia Esteban Erlés


domingo, 19 de julio de 2015

Cucocuento


-No te metas nunca donde no te llamen –le dijo a Jeromo su  madre un buen día. Jeromo hacía siempre lo contrario.
-¿Dónde no me llamarán? –se dijo.
En la cueva del oso no le llamaban y entró-
-¡Grooonnzz…! –hizo el oso, que no sabía hablar y quería decir: “¡Fuera de aquí!.”
Antes de salir. Jeromo tuvo tiempo de ver un saliente en la roca, puntiagudo y sobado. Era el rascalomos del oso y le gustó.
-¿Dónde no me llamarán? –se iba preguntando Jeromo alegremente, cuando pasaba por la puerta del cura. Se paró un momento y, como no le llamaban, allí que se metió.
-¡Fuera de aquí –dijo el cura, que sí sabía hablar. Jeromo se asustó un poco cuando vio a don Blas con una verruga pasa debajo de la oreja derecha y con un fuelle de cuero en la mano izquierda y salió corriendo.
-¿Dónde no me llamarán?
Pero entonces empezó a oír voces de todos los portales del pueblo que repetían: “’Jeromo, Jeromo…! Y, como le llamaban de todas partes, se marchó a su casa.
-Madre, quiero un rascalomos sobado, una verruga pasa y un fuelle de cuero. Y se lo voy a pedir a los Reyes.
-Vaya, este niño está loco –comentó su madre divertida.
Día y noche la misma cantinela. Un mes más tarde Jeromo volvía a repetir: “quiero un rascalomos sobado, una verruga pasa y un fuelle de cuero”. Esta vez los médicos del Psiquiátrico Provincial fruncieron el ceño.
-Efectivamente, su hijo está loco, señora –dijo el Director, desmontando los lentes.

Justo el cinco de enero, Jeromo quedó internado. El seis, su madre encontró en la ventana de la habitación de Jeromo un rascalomos sobado, una verruga pasa y un fuelle de cuero.

Félix


imagen: 1ª es.wikipedia.org 2ª  wallpapers.org.es


miércoles, 8 de julio de 2015

El árbol de los ahorcados

El árbol de los ahorcados da fruto varias veces al año. Después de la cosecha, se siembran los frutos enteros, como si fueran semillas, en tierra profunda. Si nos limitamos a generalizar otros fenómenos que suceden en el planeta, podríamos suponer que crecerá en el lugar otro árbol de ahorcados. Sin embargo, después de un tiempo variable (lo he comprobado en mis periódicos viajes a la tierra) suelen surgir de la tierra unas losas de piedra, menos efímeras que los vegetales o animales pero incapaces de reproducirse. Es normal que sean estériles las especies híbridas, como es el caso de las mulas.


Ana María Shua

jueves, 18 de junio de 2015

Los Burócratas


Los burócratas nadan en un mar de aburrimiento tempestuoso. Desde el horror de sus bostezos son los primeros asesinos de la ternura, terminan por enfermarse del hígado y mueren aferrados a los teléfonos con los ojos amarillos fijos en el reloj.
Los burócratas tienen linda letra y se compran corbatas, sufren síncopes al comprobar que sus hijas se masturban, deben al sastre, acaparan los bares, leen el Reader Digest y los poemas de amor de Neruda, asisten a la ópera italiana, se persiguen, firman los pliegos nítidos del anticomunismo, los hunde el adulterio, se suicidan sin arrogancia, tienen fe en el deporte, se avergüenzan a mares de que su padre sea un carpintero.

Roque Dalton


………

martes, 9 de junio de 2015

Un racimito de Melancolía



Una melodía exótica con reminiscencias orientales me acompaña en esta tarde invernal. A través del cristal, ya no veo el sol, se acaba de acostar. Tras los tejados, allá en el horizonte,  ha quedado una reverberación rosácea y amarilla, que anuncia un hielo intenso. Esta noche, mientras en el cielo las estrellas brillarán, de seguro dejará sobre los campos finas agujas de escarcha, y frío, mucho frío, en los huesos de tantos hermanos…
Ignoro por qué este deje gangoso que llega a mis oídos y los colores ocres de este ocaso se asociaron para procurarme un racimito de melancolía. Mientras lo voy comiendo grano a grano, pienso en la primera flor del almendro y me digo que acaso no tarde en llegar la primavera.

Félix

………..

miércoles, 3 de junio de 2015

Golpe

 

-Mamá, -dijo el niño- ¿qué es un golpe?
-Algo que duele muchísimo y deja amoratado el lugar donde te dio.
El niño fue hasta la puerta de su casa. Todo el país que le cupo en la mirada tenía un tinte violáceo.

Pía Barros


…………

viernes, 29 de mayo de 2015

Calidad y cantidad


No se enamoró de ella, sino de su sombra. La iba a visitar al alba, cuando su amada era más larga.


Alejandro Jodorowsky


foto: primo.com.es

domingo, 10 de mayo de 2015

Destronada


Con cuatro años, Paula se sabe la reina de la casa.
El anuncio de Mónica desde la barriguita de mamá hizo feliz a Paula.

Hoy, son un bombón los dos meses de Mónica. Paula la coge, le chilla, la besa, la estruja, la estruja, la estruja…  hasta que Mónica llora un poquito. Paula la mira y se lleva la mano a la cabeza buscando una corona.

Félix