domingo, 29 de mayo de 2016

Samuel el presbítero
Resultado de imagen de Gato y ratón
 Imagen:https://www.google.es

-Ite, misa est –decía Samuel y, llevando delante a Miguelillo, se encaminaba a la sacristía.
Despojado del alba y plegado el amito, Samuel se acercaba a la ratonera, puesta al lado del viejo y carcomido arcón de los ornamentos antiguos.
-Ha caído uno y está vivo –exclamaba gozoso Samuel- mira, Miguelillo, avisa a Caridad.
Miguelillo el monaguillo, avisaba a Caridad, la hermana de Samuel, que traía a Rufina, la gata para el segundo rito:
Samuel, emocionado, soltaba al ratoncillo; Caridad se subía al sillón antiguo; Rufina se regodeaba, entregada a una orgía prolongada de juego y muerte; y Miguelillo, aprovechando, el fervor de la liturgia, se empinaba la botella del vino de celebrar que celosamente guardaba Samuel en el armario y que permanecía abierto todavía.


Félix

domingo, 22 de mayo de 2016

La mujer que vuela

 Resultado de imagen de La mujer que vuela
Imagen:https://www.google.es

-Puedo volar –dice la mujer. Se le ve grande y cansada. Fue bella.
-Trapecista. Una genial trapecista –entiende el director del circo.
-No. Yo vuelo de verdad.
-¿Con cables invisibles? ¿Con un sistema de imanes, como el mago David Copperfield?
-Usted no entiende. Como Supermán
La mujer alza el vuelo y da una vuelta completa alrededor de la carpa.
-Una gran artista. Pero es en este lugar, señora.
El director es sincero y odia tener que rechazar a una gran artista.
-Este es un modesto circo de minicuento. Estoy seguro de que tendrá más suerte en una novela de realismo mágico.

Ana María Shua

lunes, 16 de mayo de 2016

Bucólica venganza

Alfredo contaba ovejas para poder dormir. Las imaginaba saltando, una a una, la valla del aprisco.

Mas, la súbita presencia a los pies de su cama de un rústico pastor blandiendo su garrota, y de un formidable mastín enfurruñado, conminó a Alfredo a interrumpir la cuenta y a cubrir, huidizo,  la cabeza entre las sábanas.

Félix

Resultado de imagen de contar ovejas para dormir

Imagen: https://www.google.es

martes, 10 de mayo de 2016

Nada

 Resultado de imagen de La alcazaba
Imagen:https://www.google.es

Un individuo miserable y andrajoso, que se parecía mucho a un mendigo, entró un día en el palacio del califa de Bagdag en ausencia de éste y se sentó sin vacilar en el trono vacío.
Los guardias, adivinando algo insólito y tal vez sobrenatural, no se atrevieron a echarlo a la calle. Llamaron al chambelán, que acudió enseguida y le preguntó  al hombre de los harapos:
-¿Sabes que estás ocupando el trono del califa de los abasíes, que es el emir de los creyentes?
-Sí, lo sé.
-¿Y sabes quién es el califa?
-Lo sé y yo estoy por encima de él.
El chambelán reflexionó un instante, Después, alzando el tono, le dijo:
¡Has perdido la razón a causa de tu pobreza? ¡Es que no sabes que por encima del califa mo está más que el profetaMahoma?
-Lo sé –dijo el harapiento.
-¿Y sabes quién es el profeta?
-Lo sé y yo estoy por encima de él.
Los guardias parecían escandalizados. Bladían sus armas para descargarlas sobre el intruso, que se mostraba muy tanquilo y seguro de sí mismo. El chamblán los detuvo con un gesto y formulo una última pregunta:
-¿No sabes que por encima del profeta Mahoma sólo está Dios?
-Lo sé –respondió el mendigo.
-¿Y sabes quién es Dios?
-Lo sé y yo estoy por encima de él-
.¿Por encima de Dios? ¿Sabes lo que estás diciendo? ¡Por encima de Dios no hay nada!
-Lo sé –dijo el hombre de los harapos sin moverse del trono- y presisamente yo soy esa nada.


Apólogo árabe

martes, 3 de mayo de 2016

Microcirugía paternal

-¡Enhorabuena, Esteban! Ha sido niño, todo salió bien. Aquí tienes a tu hijo –dijo la enfermera entrando en mi habitación y depositando con cuidado un niño rosadito sobre mi pecho.
-¿Qué dices? ¿Mi hijo? Yo soy un varón y estoy esperando a la doctora que me ha operado del nervio cubital –dije yo.
-¡Claro! Ha nacido de tu codo y es tu hijo – insistió la enfermera con el tono rutinario de anunciar acontecimientos naturales y repetitivos…
-¡Pero…! –intenté protestar.
¿Cómo que pero? – me interrumpió - Es tu hijo, míralo, de la nariz para arriba es tu vivo retrato. Ahí te lo dejo. ¡Tú sabrás qué haces!
Lo miré atentamente y me reconocí en él. Es rubito, ha pesado tres quilos cuatrocientos y de nombre le llamaré también Esteban.

Félix

Resultado de imagen de enfermera con niño recién nacido
Imagen: https://www.google.es